98. Taller de bordado infantil

En las vacaciones de mis hijas me anime a enseñarles a bordar.
El ejercicio fue enriquecedor para mí, ya que partía con niñas de 5 y 6 años, mientras la pequeña recibía ballet, las grandes bordarían.
Entre las virtudes del bordado en niños están las de mejorar la motricidad,
fomenta la memoria y ayuda a la concentración
Ya se imaginan, dos pequeñas inquietas realizando una labor que requiere mucha concentración y dedicación.
El primer día duraron a lo sumo 10 minutos, tratando de enhebrar la aguja, puntear el canvas y realizar un nudo al final del hilo. Fin de la sesión y a jugar.
Gracias al bordado los niños aprenden la paciencia y la perseverancia,
por lo que aumenta la autoestima de ellos también por sus pequeños logros tales como enhebrar la aguja.

Las siguientes era el descubrimiento de una lógica visual por delante y por detrás, el hilo debe seguir un orden, una tensión, wow! se pasó el tiempo y logramos los 25 a 30 minutos. Misión cumplida y a recibir un pequeño premio más el tiempo de juego.
Documentar el proceso era un riesgo, pues una vez ven el celular fin de la atención, así que ni modo, a disfrutarlo con ellas. Claro es de imaginar que un niño a esta edad a veces no está en condiciones de tomar la labor, que viene cansado, viene aburrido, viene indispuesto y debo dejarlo ir; pero eso sí, no habrá recompensa por una labor no concluida, así que con la misma que se iban, regresaban dispuestas a continuar.
Para las últimas semanas era un gusto escucharlas decir "tía, mi trabajo", por lo que se me ocurrió hablar con la directora de la academia, y nos dijimos "¿porqué no?", así que manos a la obra y a soñar.
Ahora con mucha alegría lo anuncio 




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