83. Topogigio

Mis estimadas, cuanto tiempo sin verles ni escribirles, y cómo, si en medio de juguetes, loncheras, gritos, risas y un niño colgando de mi pecho, la cosa se me pone difícil.
Me he tomado un cafe y ando mas despierta que un buho. Ya lei la Biblia, me mofe de Bukele y su eterno pleito con LPG, me obligue a dormir y nada. Necesito escribir 
El dia a dia trae sus lindos detalles y quiero compartirles el mío. Hoy me escapé con mi hija mayor y nos fuimos a "tomar un café". Y aunque el café lo tomé yo y ella comía su postre,  nos divertimos platicando y coloreando servilletas, como buenas amigas, porque quiero ser su autoridad, pero también su amiga.
Un lindo recuerdo entre mama e hija

Hace poco escuchando la radio surgió la inquietud "¿tu hijo canta a todo pulmon la canción de Topo Gigio -como mi papá, que lindo sería parecerme a mi papá-?". 

Ay amigas!, para que les miento, a veces no soy el mejor referente y más de alguna vez he tratado de huir de dicho compromiso.

Sin duda, las mamás de hoy estamos en apuros. Nos hace falta de vez en cuando un cafe edificante de historias y anécdotas de las mayores;  una conversacion franca de lo que hacemos mal y una mano amorosa para decirnos ese tip que hace falta.

La mamá de hoy sufre de soledad en medio de likes y fotografías cotidianas. La mamá de hoy urge de lectura claves. La mamá de hoy urge de amigas en tiempo real en vez de virtual...

Pero siguendo con mi momento lindo. Trato de tener una platica seria con Gaby de lo agradable que es platicar sin ver el celular, a lo que su mente volatil dice: "mami, cuando sea grande le voy a decir a mi esposo que trabaje en LaGeo, asi puedo tener 3 hijos y trabajar en la EXPU"...-hago bisco y digo para mi misma, Dios! Algo debo estar haciendo bien que mi hija canta la canción de Topo Gigio.

No nos cansemos pues de hacer el bien, porque a su tiempo segaremos lo que hemos sembrado en sus vidas y corazones.

Verdad que es lindo? Solo queria contarles, por el hecho de contar.

Feliz noche mis queridas amigas y hermanas. El arte de ser mamá es una gran cosa, pero el arte de ser luz es lo mejor.

Aún no sé que vio Dios en mi para confiarme tres vidas valiosas, y pese a mis dudas existenciales, y mi posible soledad resultado de la crisis post parto, me amarro bien la falda para cumplir bien mi tarea; aunque esto implique una mesa llena de bolsones, unas cabecitas desaliñadas y un bebe colgando de mi pecho, sin tiempo de nada, solo de ser mamá.

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Duran@gmail.com

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