56. Aprendiendo a pintar.
Pintar no es fácil, lo veo en mis niñas que al darle tres colores terminan en una sopa café verdusca, y la mamá no se queda atrás. Del kit de óleo que mi madre me regaló, más unas acrílicas que me compré he tratado de llegar a esas paletas de colores lindos que veo por internet; pero término en lo mismo: colores tierra, por no decir la sopa café de mis nenas.
Debo reconocer que todavía me faltan dos que tres sesiones para afinar la técnica, descubrir uno que otro truco; y aunque el resultado me quedó más oscuro de lo imaginado, me han gustado.
Debo reconocer que todavía me faltan dos que tres sesiones para afinar la técnica, descubrir uno que otro truco; y aunque el resultado me quedó más oscuro de lo imaginado, me han gustado.
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